A punto de terminar el primer trimestre del año, la Semana Santa es una oportunidad de lujo para escaparte unos días y recargar pilas después de estas semanas tan intensas. Para ponértelo bien fácil y que solo tengas que preocuparte de hacer la maleta, hemos seleccionado varios destinos para todos los gustos, pensando tanto en quien quiere vivir al máximo las tradiciones de estas fechas, como en quien prefiere descubrir una capital europea o el que sueña con darse un chapuzón en el Mediterráneo. Además, aquí te dejamos otros muchos destinos perfectos para Semana Santa que pueden resultarte muy inspiradores. Decidas lo que decidas, mejor planifícalo con tiempo.

5 destinos para desconectar en Semana Santa para todos los gustos

Oporto, la escapada perfecta

¿Quieres salir de España sin irte muy lejos? Portugal nunca defrauda, sobre todo Oporto, menos concurrida que su capital Lisboa, pero con muchísimo que ofrecer. Puedes alojarte en un hotel con spa y, una vez te hayas relajado, salir a descubrir sus ríos, sus puentes y sus calles angostas repletas de preciosos rincones que te conquistarán al instante. En cuanto al turismo gastronómico, no te vayas sin probar su vino dulce y sus quesos artesanales. Parada obligada en Oporto es la Iglesia de San Francisco, famosa por su interior recargado cubierto por más de 300 kilos de polvo de oro, pero ten en cuenta que justamente esa y otras iglesias estarán abarrotadas con motivo de las tradicionales procesiones. También resulta muy emotiva la recreación del camino seguido por Jesús con la cruz a cuestas.

Roma, el clásico por excelencia

La bella Italia es siempre un destino 10 para desconectar. Venecia, Verona, Florencia o Milán, por citar algunas de sus ciudades, nunca decepcionan. Sin embargo, si te apetece vivir la Semana Santa con fervor religioso, Roma es tu opción, aunque debes tener en cuenta que está muy concurrida. Además de recorrer la icónica Plaza de España, lanzar la moneda en la mágica Fuente de Trevi, fotografiar la monumental Plaza de Venecia, asombrarte con el Panteón de Agripa, pasear por Plaza Navona o degustar deliciosos huevos de Pascua en el barrio de Trastevere, tienes varias citas muy significativas como procesiones por las calles de la ciudad, conciertos de música sacra en sus iglesias y la celebración del Vía Crucis del Viernes Santo, la más llamativa de las manifestaciones religiosas y que finaliza con la llegada del Papa al Coliseo.

Londres, cosmopolita y alternativa

Vayas las veces que vayas, siempre hay algo nuevo que ver en Londres. Vibrante, artística e histórica, es una de las capitales europeas más solicitadas para escapadas de fin de semana y Semana Santa. Aunque la Pascua no se celebra tan intensamente como en otras ciudades, sí se realizan conciertos y celebraciones especiales tanto en la Abadía de Westminster como en la Catedral de San Pablo. ¿Qué ver en Londres? Pues además de sus dos iglesias más representativas, el Palacio de Westminster, Piccadilly Circus, la Torre y el Puente de Londres, London Eye, el Museo Británico, Hyde Park y Camden Town. La foto obligada es la de su principal símbolo: el Big Ben.

Mallorca, también en invierno

Si no conoces la isla de Mallorca, la Semana Santa es un buen momento para hacerlo ya que el clima suele ser más agradable que en verano. La Sierra de Tramontana, las Cuevas del Drach o algunos de sus pueblos más pintorescos como Valldemossa, Sóller, Pollença o Deià son algunos de los tesoros más valorados por los turistas que allí arriban. ¿Te llaman la atención las procesiones? A buen seguro te encantará la del Viernes Santo que tiene como punto de partida la misma catedral de Palma y transita por las calles del centro histórico hasta llegar a la Plaza Mayor. El Castillo de Bellver es otro de los monumentos imprescindibles de la ciudad. La ruta de los monasterios, la Fira del Ram o el mercado de Pascua de Artà que tiene lugar en la plaza del Convento, son otras de las experiencias que merecen la pena ser vividas.

Málaga, inmersión total

Málaga es el destino ideal de Semana Santa para quien quiere disfrutar tanto de las procesiones, como de la naturaleza y el aire libre. Su Semana Santa es un gran evento tanto religioso, cultural y social. El olor a incienso es uno de los aromas más característicos de las procesiones, así como el olor a flores, a madera y, por supuesto, el del mar. Aparte, no puedes ir a Málaga y no visitar dos de sus monumentos más antiguos: la Alcazaba y el Teatro Romano. Tampoco debes perderte la Catedral, la calle Larios, el Mercado Central de Atarazanas, el Museo Picasso, el Museo del Automóvil o la playa de la Malagueta.

La Semana Santa es una época estupenda para descubrir cómo se vive en distintas ciudades, a la vez que desconectas y coges fuerzas para encarar el segundo trimestre del año, que viene con cambio de hora y astenia primaveral. Atesora buenos recuerdos ahora que puedes.